En el centro de la populosa isla de Java llegué a Yogyakarta, buscando una ambiente tranquilo donde a su vez pudiese encontrar cositas para hacer, renovar el aire y despejar la mente. No podría haber elegido mejor. Finalmente lo estuve disfrutado algo más de 2 meses. Apenas llegué, sentí que sería un lugar donde podría vivir un par de años, tranquilamente. A la hora de decidirme por un lugar, recordé el modo ensoñador en que mis amigos indonesios de otras ciudades hablaban de sus tiempos en que estudiaban por acá. Y de lo bien que se sentía “the atmosphere”. Cuando elegí venir, un amigo me buscó en cuestión de minutos unas 6 personas para visitar si quería, varias de las cuales... Read More →
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